Partiendo de que el contenido es el rey, aquel que sea capaz de gestionar una estrategia de contenido aportando relevancia y despertando el interés de la audiencia, habrá domado a la bestia, aunque sea por un efímero tiempo. 

El digital se ha consolidado como el principal beneficiario de la inversión, según certificaron el año pasado PWC e IAB. Es cierto que cuando trabajamos nuestros activos digitales, podemos ser más minuciosos, utilizando la segmentación y microsegmentación que nos permite la tecnología y las cookies, seguir a nuestro futuro cliente en su viaje a través de los diferentes canales, observar sus intereses y el tiempo que nos dedica, cuales de nuestros contenidos son los más interesantes, ayuda a bajar posiciones dentro de nuestro funnel de conversión hasta que consigamos convencer y vender nuestro producto. La gran aventura del digital se compone de estrategias y experiencias bien conocidas ya por prácticamente todos los directivos de marketing. Pero entonces, ¿por qué seguimos poniendo el foco en el Offline? Fundamentalmente porque sigue generando confianza en las audiencias: salir en televisión no es cualquier cosa y menos si hablamos de un espacio relevante, de público familiar y al que podamos mostrar las virtudes de nuestro producto. Cualquier departamento de marketing sabe que no se deben de olvidar del offline. Pero la publicidad sigue siendo cara, y a veces el ROI que genera no se enfoca tanto en las conversiones directas como en la notoriedad y mantenerse en el “Top of Mind” del consumidor. Claro que la publicidad aporta rentabilidad pero es cuestión de presupuestos y de tiempo. Sin embargo, no deberíamos dejar de lado el patrocinio, un vehículo de imagen que hoy sigue teniendo un peso pero que puede ser la gran puerta de acceso al público de la PYME, porque es un formato de publicidad que permite figurar en espacios relevantes sin dejarse una suma considerable y sobre todo sin permanencia obligada a un presupuesto fijo, sino por semanas, temporadas de programas o series, por capítulos o por proyectos unitarios, la cosa cambia. 

La gran ventaja del patrocinio es que conjuga un precio razonable con una notoriedad nada desdeñable. Poder viajar dentro de las autopromociones de la cadena, como es en el caso de TVE y Autonómicas en diferentes franjas horarias que van desde las mañanas hasta el prime time es una ventana constante de acceso a un público muy definido. *Sin olvidar que el 15,9 % de espectadores, es decir 7,2 Millones de media sigue viendo la televisión de toda la vida y, el 99,9 % de la población, equivalente a 45,2 millones de personas contactan al menos un minuto al día.

*Fuente Kantar Media

En palabras de una reconocida ejecutiva del mundo de la banca con la que tuve la oportunidad de trabajar un patrocinio en La2, en una reunión cuando le planteamos los cambios de los contenidos y el formato para la nueva temporada, fue rotunda: “No hay nada tan rentable como el patrocinio para una marca”. Se refería a precio por GRP, no ya dentro del espacio, sino en lo que representaba dentro de las autopromociones que ofrecía la cadena. Estábamos contentos, nos había escuchado, pero sobre todo había comprendido que el patrocinio es una forma de acompañar al consumidor con sus contenidos, bien sean programas, documentales, series favoritas, etc. La marca, o el producto está en el formato, solo que en esta ocasión no molesta con un corte publicitario. Suena idílico y en cierta forma lo es, porque, en un mundo donde el espacio publicitario es tan agresivo en la percepción que tiene el consumidor, el patrocinio, por su forma de encajar con el contenido acompaña de forma más amable en tus gustos de consumo de tv sin interrumpir, de lo cual se deduce que; si ya estás con la marca, consolida el sentimiento, si no la habías considerado como consumidor hasta ese momento, ahí está, aparece, no molesta y te acompaña en tu momento de consumo de TV. 

La oferta es amplia, por comunidades a través de las TV autonómicas, en nacional principalmente a través de las dos principales cadenas públicas y privadas, y por supuesto también las plataformas de forma más especializada. El patrocinio en TV cuenta con una ventaja añadida. Te acompañará siempre en tu posicionamiento orgánico, si aprovechas la oportunidad generarás conversaciones en tus RRSS y todas y cada una de las cadenas asumirá tu marca dentro de su ventana en el digital.